Gregorio Domínguez, Goyo, pintó, en el marco de la preparación de la beatificación, un cuadro del venerable Juan León Dehon. Se le pidió que no sólo fuera un cuadro "realista", sino que representara en él no sólo los rasgos físicos esenciales del padre Dehon, sino también qué se encontraba detrás de su persona y de qué fuente manaba su fuerza y vitalidad. Por eso incluyó una figura del Sagrado Corazón, donde la herida del costado se convierte en un haz de luz y las heridas de las manos en manantial de agua y fuego. Simbología toda ella ligada a la espiritualidad del Corazón de Jesús y que Dehon asumió y a la que aportó sus particularidades.
Una imagen actual de cómo entendemos nosotros, los dehonianos, la espiritualidad del Corazón de Jesús. Te invitamos a profundizar en ella... [+información]