Si lees despacio la frase que encabeza esta página (Permíteme que insista), seguramente serás capaz de poner voz... e incluso contexto. Pero ¿y si la ponemos en boca de Dios?
A lo largo de la Historia Dios ha demostrado, con creces, que su amor es eterno. Él es el Siempre Fiel, el Siempre Presente... insiste una y otra vez en amarnos con locura a pesar de nuestros rechazos y cabezonerías. Así lo recordaba el profeta Oseas: "Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor" (Oseas 11, 4). La confirmación de ese amor radical e incomprensible de Dios: Jesús, que, en el Niño, viene a conducirnos con el último recurso que le queda al Padre.
Dios nos busca...
Dios nos busca. Pero no nuestros 15, 10 o 5 puntos del carné de conducir: Dios busca insistentemente hombres y mujeres capaces de abrir el corazón como Él lo hizo. A la luz de la liturgia y la Palabra de Dios, el Adviento nos permitirá acercarnos a esos hombres y mujeres que, antes que nosotros, hicieron de su vida un auténtico latido del Corazón de Dios y se dejaron hablar por el misterio de la mayor entrega que se haya hecho jamás: la de Dios en su hijo Jesús.
Esta vez te proponemos un itinerario diferente que, en parte, "salta" por encima de las semanas de Adviento y permite acercarse, en diferentes momentos, a esos hombres y mujeres "100% Corazón": María, Isabel, Juan Bautista, Isaías, José... Para ello tendrás a tu disposición celebraciones de la Reconciliación, dinámicas donde el silencio y la escucha son lo principal, lecturas orantes de la Palabra, materiales con recursos audiovisuales, momentos de oración. Te invitamos a usarlos con medida, siguiendo el ritmo que marcan.
Si eres catequista/monitor de grupos juveniles/responsable de formación de jóvenes/agente de pastoral, úsalos y adáptalos al contexto en el que te encuentras. Como verás, son materiales pensados para jóvenes, pero muy fácilmente adaptables a cualquier encuentro, sea con jóvenes, niños o adultos. Y, si los usas, ¡haznos llegar tu impresión!
#cienporciencorazón
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